Con el fin de aumentar la biodiversidad en las huertas urbanas y ensayar propuestas productivas sostenibles que puedan ser tomadas por los y las huerteras se realizan diferentes ensayos para incorporar nuevas especies hortícolas a las propuestas de siembra y cultivo.
De esta manera el programa se prepara para sumar cultivos que son novedosos en la agricultura local como la incorporación de variedades de tomates negros y de corazón azul, albahacas de hojas gigantes, berenjena roja, broccolini, lechugas pecosas, sandías ratón y variedades asiáticas.
La producción hortícola ya sea para autoconsumo o bien para satisfacer demandas de comercialización, se enriquece con los cultivos no tradicionales. No sólo satisface gustos personales de la población huertera, sino que aumentará con el tiempo una oferta excepcional para el sector gastronómico que ya ha comenzado a demandar en las huertas productos hortícolas especiales para una gastronomía gourmet.

Estos ensayos requieren de mucha más atención y observación para poder evaluar su adaptación a las condiciones bioclimáticas locales e ir probando técnicas de cultivo y cuidados específicos.

Akusay y Kale

Como antecedente reciente la rápida asimilación de especies como el akusay y el kale entre las familias huerteras. Estas variedades fueron incluidas en las planificaciones de siembra con resultados positivos, tanto en la ambientación climática como en la aprobación social, ya que han sido rápidamente aceptadas e incorporadas a las preferencias culturales y dietas alimentarias.
Desde el 2018 se cultivan tres variedades de kale, un kale tradicional, uno violeta y otro de nervaduras moradas, los tres se han adaptado y desarrollado muy bien, por lo que ya se han cosechado semillas para su resiembra.
El Kale ha demostrado que puede estar en tierra durante todo el año, lo que posibilita ir cosechándolo de a poco y completar su ciclo para producir semillas.
El Akusay por su parte hace su período de desarrollo durante todo el invierno y luego produce buena cantidad de semillas, que permite su cosecha y además genera almacigueros naturales. Sólo el Akusay se ha mostrado susceptible al daño de babosas, por lo que en las huertas han incorporado métodos de control agroecológico. Entre estos métodos, funcionan bien las trampas de cerveza y también cosechar las hojas de afuera y atarlo suavemente como el repollo para evitar el daño de orugas y babosas en sus hojas exteriores.
Tanto el kale, el akusay como también la mostaza y la misuna son variedades incorporadas hace pocas temporadas, con buenos rendimientos dentro y fuera de los invernaderos.

Zapallos exóticos para la región

También con la implementación de una línea de trabajo orientada a la producción de cucurbitáceas y especialmente a partir del estímulo que significó el concurso Ciudad Zapallo, muchos agricultores urbanos comenzaron a sembrar especies consideradas exóticas para la región como los zapallos Turbante Turco, Patisson Bonetero, o la tradicional calabaza de Halloween.
Incluso variedades que en otras regiones del país son sumamente apreciadas como es el caso del Cayote, que es un tipo de zapallo muy utilizado en el norte argentino para la producción de dulce, han comenzado a ser demandadas entre la población local productora y consumidora de agroalimentos.

Estevia

Con respecto a la producción de estevia en las huertas, el cultivo se adaptó muy bien a las condiciones locales, su desarrollo se mostró normal durante la temporada de primavera-verano, pero ha demostrado no tolerar el frío y las heladas aún dentro de los invernaderos.
Si bien ya se han producido plantas madres para la cosecha de semillas, tiene buena respuesta a la reproducción por métodos agámicos, más específicamente a partir de acodos terrestres, que es un método sencillo de propagación que permite que la planta desarrolle raíces en alguno de sus tallos sin separarlo de la planta madre, simplemente doblando un tallo bajo, tierno y flexible, y enterrándolo en el suelo, para que una vez enraizado se pueda separar.

De esta manera, huerteras y huerteros experimentan nuevas variedades de cultivo, diversifican sus productos y enriquecen la biodiversidad de las huertas urbanas.