El Programa, a través de las Huertas Protegidas, funciona en dos Líneas de Impacto:
- como agente de organización de la vida comunitaria; y
- como dinamizador de la producción
- La primera de estas líneas incluye a la población a partir de los lazos sociales que promueve para generar un mejoramiento en la calidad de vida, donde los beneficiarios a través de la actividad que desarrollan construyen vínculos sociales.De esta manera se produce una mejora en la calidad de vida, junto con el bienestar que provoca trabajar en las huertas, y la organización espacio-temporal de sus rutinas diarias. La metodología del programa, entonces, funcionaría como un activador social que aporta a la satisfacción de las necesidades en el contexto en que estas se manifiestan.
Dada la organización espacial de las Huertas Protegidas, este dispositivo se concibe como un espacio común de encuentro y trabajo compartido. En la tarea productiva se generan dinámicas sociales de intercambio simbólico y de recursos que sostienen en relación recíproca los lazos comunitarios. El programa se reconoce como una posibilidad que se genera desde el Estado para promover la inclusión social a partir del trabajo productivo, y como parte de políticas activas de generación de zonas de cohesión social.
- La segunda de estas líneas, como “dinamizador de la producción”, resulta de la posibilidad de los beneficiarios de producir y ampliar sus horizontes de crecimiento desde una perspectiva productiva. Las dinámicas de trabajo del equipo del Programa a través de sus metodologías promueven el fortalecimiento de los emprendimientos productivos con asistencia y acompañamiento permanente de los procesos productivos.